ECONOMÍA

Pronunciando una conferencia
Pronunciando una conferencia

Reconozco antes de abrir esta sección que mis conocimientos en materia de macroeconomía son más bien cortos por no decir nulos; pero como no me gusta poner en práctica aquello tan trillado de “yo de esto no entiendo pero creo que…”, los artículos aquí expuestos son de la economía llamada “de andar por casa”. Simplificando, escribo sobre lo que me preocupa y de lo que entiendo suficiente como para poder razonar cuanto afirmo.

De la actual crisis económica, que según muchos expertos volverá a reaparecer con más fuerza en un futuro próximo, me interesan más los dramas personales, las historias que los grandes diarios no creen importantes y, por lo expuesto, lo escrito en esta sección nada tiene que ver con las preocupaciones de los grandes economistas y los cerebros preclaros de quienes juegan en bolsa manejando los índices a su antojo.

A veces me sublevo ante las noticias que aparecen en los diarios o las que unos locutores impasibles leen en el tele-prompter de turno; pero no es nada si lo comparo con la mala leche que se me pone cuando me entero de que unos vecinos, inmigrantes, trabajadores, han perdido el piso que estaban pagando porque ambos se han quedado sin trabajo, o cuando llega a mis oídos la historia de un pequeño empresario que ve frustradas sus expectativas de crecimiento porque el banco le niega un crédito.

Eso es lo que quiero contar.